Enfrentando tu acné

Cualquier alteración de la piel o trastorno estético es molesto e inquietante, sobre todo cuando afecta a la parte de nuestro cuerpo que mejor refleja nuestro yo interior, nuestro rostro.  Sin embargo, el acné también puede afectar otras partes del cuerpo como la espalda, la parte superior del pecho o los hombros. 

 

Puede afectar a cualquier persona, sobre todo cuando atraviesa cambios hormonales, lo que explica que los adultos jóvenes sean más propensos a padecerla.   

 

Para algunas personas, el acné es solo una afección moderada y temporal, mientras que para otras se convierte en una pesadilla duradera.  Afortunadamente, hoy en día tenemos más información sobre este trastorno de la piel y muchos tratamientos para controlarlo. 

 

 

Profundicemos 

 

Los efectos físicos del acné se pueden dividir en dos etapas: En los brotes, mientras el acné está activo y en las cicatrices posteriores al acné que pueden ser permanentes. 

 

A la hora de tratar el acné, los principales objetivos del profesional son controlar los brotes y prevenir las cicatrices.  Por eso, siempre es mejor tratar el acné antes de que se agrave y aparezcan los quistes. 

 

Si bien los tratamientos tópicos son muy efectivos para el acné inflamatorio leve y moderado, normalmente se requieren medicamentos orales para tratar el acné severo.  

 

Además de los efectos físicos, el acné es una condición tan notoria que algunos pacientes pueden experimentar baja autoestima y sufrir repercusiones sociales y psicológicas. 

 

 

¿Cómo ocurre el acné? 

 

Todo nuestro cuerpo está cubierto de fino vello, excepto las palmas de las manos y los pies.  Las espinillas o comedones del acné aparecen cuando los folículos pilosos se obstruyen por exceso de sebo, queratina y células muertas de la piel. Estos granos pueden infectarse y formar las llamadas bacterias del acné que provocarán inflamación. 

 

Algunas espinillas al azar no se consideran acné, pero cuando los poros de la piel son propensos a obstruirse y desarrollar varios en ciertas áreas, se considera acné. 

 

 

¿Qué tipo de acné tengo? 

 

ACNÉ LEVE 

  • Puntos negros o comedones abiertos. Poros abiertos obstruidos con aceite y células muertas de la piel.  Se ven como pequeños puntos negros y generalmente son fáciles de tratar. 
  • Puntos blancos o comedones cercanos. Cierra los poros obstruidos con aceite y células muertas de la piel.  Se ven como pequeñas protuberancias blancas y generalmente son fáciles de tratar. 

 

ACNÉ INFLAMATORIO MODERADO 

  • Pápulas y pústulas. El poro obstruido desarrolla bacterias y se produce una inflamación leve.  Las pápulas son rojizas y las pústulas tienen un aspecto amarillento ya que tienen pus en su interior.  Es mejor tratarlos antes de que la infección sea más profunda. 

 

ACNÉ SEVERO 

  • Nódulos y Quistes. Aparecen cuando la infección de los poros penetra profundamente en la piel.  Son el tipo de acné más inflamado y severo.  Es importante tratarlos ya que el riesgo de cicatrices post-acné es alto. 

 

 

Causas y prevención 

 

Saber qué factores desencadenan los brotes de acné puede ayudarnos a prevenirlos. 

 

  • Hormonas. Realmente no puedes prevenir esto, pero explica por qué el acné es más frecuente en la pubertad.  Como se dijo anteriormente, si el acné afecta mayormente a las adolescentes es porque están pasando por algunos cambios hormonales como fluctuaciones de estrógeno y progesterona, entre otros. Sin embargo, los adultos también pueden sufrir acné hormonal que puede ser desencadenado por el embarazo, la menopausia o la producción excesiva de cortisol. 

 

  • Tipo de piel. Las pieles grasas son, por razones obvias, más propensas a sufrir acné, cuanto más sebo produzcas, más riesgo de que tus poros se obstruyan.  La limpieza diaria de la piel con el limpiador adecuado y el uso de productos no comedogénicos es imprescindible para las pieles grasas.  

 

  • Hábitos nutricionales. Algunos pacientes sufren más brotes después de ingerir ciertos alimentos ricos en grasas como chocolate, mayonesa, etc. Sin embargo, esto todavía no tiene una explicación científica y es muy particular y diferente para cada paciente. 

 

  • Productos comedogénicos. Ciertos ingredientes, contenidos en muchos productos para el cuidado de la piel, y aceites no probados se consideran comedogénicos, ya que aumentan la posibilidad de que los poros se obstruyan.  No quiere decir que nadie deba usarlos, pueden ser adecuados para otro tipo de pieles, pero si tienes una propensa al acné debes usar cosméticos no comedogénicos. 

 

  • Contaminación. Como las sustancias sucias pueden promover la obstrucción de los poros, si usted es propenso al acné, debe limpiar su piel diariamente y evitar tocarla tanto como sea posible, ya que las yemas de los dedos pueden contaminar nuestra piel. 

 

 

Elegir el tratamiento adecuado 

 

A medida que la ciencia y la medicina avanzan con el tiempo, los profesionales hoy en día pueden ofrecer más y mejores productos para tratar el acné. 

 

Sin embargo, como suele suceder, una gran demanda conduce a la aparición de “productos extraordinarios” que pretenden eliminar el acné en diez días o menos.  Entonces, el primer paso es evitar esos remedios sobrenaturales o estafas.  La segunda, elegir el tratamiento antiacné adecuado para tu caso particular teniendo en cuenta tu tipo de acné, tipo de piel, agentes desencadenantes, etc.  

 

En definitiva, acudir a un especialista de confianza que pueda guiarte en tu elección es siempre la mejor opción. 

 

ACNÉ LEVE Y MODERADO 

  • Terapia tópica. El uso de productos tópicos con antibacterianos y retinoides es la forma más común de tratar el acné leve o moderado.  Algunos de ellos también pueden contener antibióticos. 

 

ACNÉ SEVERO 

  • Medicación oral. Cuando el acné se vuelve severo, se necesitan medicamentos orales, que normalmente contienen antibióticos y/o ingredientes para controlar el desequilibrio hormonal. 

 

Recuerda siempre seguir las indicaciones de tu médico y recuerda las tres “P”: Sé Positivo, Perseverante y Paciente, y ganarás la pelea. 

 

Información creada y publicada por el Laboratorio Innoaesthetics
Información original disponible en: https://www.innoaesthetics.com